EL GRANIZO

¡Tin, tin, tin, tin! Yo caigo del cielo, en insensato
redoble, al campo y todos los céspedes maltrato.
¡Tin, tin! ¡Muy buenas tardes, mi hermana la pradera!
Poeta, buenas tardes, ¡ábreme tu vidriera!
Soy diáfano y geométrico, tengo esmalte y blancura
tan finos y suaves como una dentadura,
y en un derroche de ópalos blancos me multiplico.
¡La linfa canta, el copo cruje, yo… yo repico!
Tin, tin, tin, tin, mi torre es la nube ideal:
¡oye mis campanitas de límpido cristal!
La nieve es triste, el agua turbulenta; yo sin
Ventura, soy un loco de atar, ¡tin, tin, tin, tin!
…¿Cenduras? No por cierto, no merezco censuras;
las tardes calurosas por mí tienen frescuras,
yo lucho con el hálito del verano
yo soy bello…
                        —¡Loemos a Dios, Granizo hermano!

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