UNA PREGUNTA AL UMBRAL DE LA MUERTE
1.
No son más de diez hombres los que piensan venir a matarme. Pocodespués de lo ocurrido me enteré que muy cerca deaquí se fraguaban innumerables planes en mi contra. Desdeentonces, he estado esperándolos: ufano, complacido, feliz.
2.
Ya era hora de que alguien se acordara de mí. No importa quesólo sea para abalearme. No importa que los traiga el deseo dever mi sangre correr. Van a venir, y dispuesto estoy a enfrentarlos.
3.
Distinto sería si Martín no hubiese muerto. En nochescomo ésta, cuando la luna huye y le hace el amor a los astros,bebíamos ron hasta caer rendidos al piso, en un gesto deferviente oración por los excesos. ¡Un momento!
4.
¡Mis enemigos se acercan! Puedo escuchar el ruido de sus pasos.Me estremezco. Grito. Corro en busca de refugio tras los árboles.
5.
Pero no es la vil muerte que me espera, ni el dolor que vendrácon ella lo que altera mis nervios. La razón de mi delirioobedece al resonar indómito y desgarrador de una pregunta:
6.
¿Me encontraré con Martín en los burdeles delinfierno?
Juan José Vargas Camejo