Puedes ver el ocaso
De los jazmines ocultos
Cuando la primavera tardía
Abandona su calma
Y ver pedazos de sol por el aire
Y banderas rotas o en llamas
Entonces tu corazón impío
Se transforma en estandarte
Y el arte en su condena reclama
Minuto a minuto como una espada
Su ígnea ilusión votiva
En el vidrio inmaculado
Del bar de un suburbio ingrato.
Inmolada en la penúltima fragancia
A pedazos los bancos estallan
Explotan obeliscos y ensenadas
La oración del perfecto sacrificio,
Asoma a un rincón sin palabra
El suspenso roto en la calle
Un rito mundano se calla
Hay fotos de un presidente arrancadas
Un muñeco en la catedral espanta
Hay incendios en Casa Rosada
El Cabildo y el Congreso abiertos al saqueo
Lava y lodo en Corrientes y Esmeralda
El piso se abre en Florida
A los pájaros de setecientas mañanas
Y ver pedazos de cemento por el aire
Y ver los ojos sangrar despacio
Tal vez nadie conozca mejor a Buenos Aires
Que el taxi insomne que deambula nostálgico,
Por eso el jacarandá y el palo borracho
Refundarán el inicio del cambio
Y volarán a pedazos los miserables
Y explotarán las cúpulas y las plazas
Y así resurgirá esta Patria
De la mano de un nuevo año por sus calles
Cordones del nuevo sol por sus diagonales.
01-01-02
Hugo Nicolás Taglia