Sentí que eras mía…
cuando entrábamos a la gloria del amor de los amores…
Mis manos, extendidas a tus manos,
tus ojos, clavados en mis ojos…
Despojé mi alma de sus fieros
descubriéndote mis gracias
y mis penas…
Y en contemplación que parecía advenir la gloria de loscielos
nos mirábamos la cara…
Nos mirábamos
y nuestros cuerpos dejaban esta tierra…
Nos mirábamos
alcanzando lo sutil y lo sublime…
Nos mirábamos
sin cansarnos a los ojos…
Tus manos se estrecharon a mis manos
provocando una dulzura indescriptible…
Tus brazos se extendieron por mi forma
cubriéndome con tu amor y con tu mimo…
Mis labios se perdieron en tus labios
despertando mi pasión y mi alegría…
Y me llené de tu aliento
empapándome de ti…
Y mis manos recorrieron tu figura
llevándote mi amor y mi cariño…
Y te despojaste de tus linos y tus sedas
para que no nos separara nada…
¡Y no sabía que la creación fuera tan bella!
O que se pudiera sentir de esa manera…
Ni conocí prueba más clara
de la belleza del amor de Dios…
Nos mirábamos
y nuestros cuerpos dejaban esta tierra…
Y mis ojos se posaron en tus ojos
con sabor a mar y a mi pasado…
Tu cabello acarició mi pelvis y mi pecho…
y ya no sé como expresar lo que sentía.
Y mi aliento se impregnó de tu aroma de mujer…
Llenándome de tu sensibilidad.
Y embelecé tus carnes tiernas…
llevándote mi amor y mi delicia.
El tiempo detenido… suspendido…
el goce de la creación… sobre nosotros dos.
Y mi cuerpo se adentró en tu cuerpo
fundiendo mi persona a tu persona…
Y mi pecho se posó en tu pecho
haciéndote mía… en el oleaje del mar…
Y la melodía de la creación
tú cantaste a mis oídos…
Y tu murmullo se esparció en el viento
llevándome tu encanto y regocijo…
Y mi carne se empapó en tu intimidad
impregnándome de tu deleite y de ti…
¡Y me llené de ti!
una sola alma, un solo ser…
¡Y me volví parte de ti!
como río que… ¡por fin!
regresa y se funde en su mar…
Y nuestro amor se compenetró más allá del tiempoy la distancia
y nuestro éxtasis fue inagotable, incontenible, inexpresable…
Y me sentí parte del ser universal
parte de su amor… parte, de su energía…
Y me adormecí en tus embelesos
y allí…
donde no estábamos ni despiertos, ni dormidos…
allí también fuiste mía…
Y te amé, como a la vida te amé
más que a mi vida te amé…
¡Y salió el sol!… y siempre tuyo…
y salió el sol… y siempre mía…
nos mirábamos
y nuestros cuerpos dejaban esta tierra…
Bellatrix