Los caminos de tu cuerpo,
mágicos y embelesados,
son los caminos del cielo
por los ángeles cuidados.
Caminos del amor inmenso
para el sentimiento humano;
sendas para los sentidos,
para la vista y el tacto,
para el gusto y el oído
y también para el olfato;
llevan por todo tu cuerpo,
de tono aterciopelado,
¡hasta los últimos rincones!,
hasta los más ocultados,
sin sentir ningún temor
sin sentir ningún reparo.
El milagro de tu cuerpo
obra este hermoso milagro,
por más veces que recorra
estos caminos sagrados,
¡siempre reaparecen nuevos
cuando vuelvo a comenzarlos!
Javier Ponce y Mora