1

   Los primeros juegos del mundo lo suplantaron todo.Vertical el sonido reencarnó.

                             2

   Se gestó el tapiz pergeñado en la islade  los mendigos. Desvelado secreto primario el sueñodisolvió la terquedad de los sentidos.

                             3

   No hay remoto paraje soledoso. En la abertura veo elsilencio de las causas.

Teódulo López Meléndez

                             1

   El disparate de los meandros hizo prisión, estoqueen las costillas. Atados al miedo, los metales. Las cigarras ulularonmentol, desatino.

                             2

   Abatí las hormigas. Quebré las bombillas apedradas. Cuando emergí, perdido el dolor, ya no era.

Teódulo López Meléndez

                             1

   En las calles de su cuello la materia primera. Escasasaliva en mi ojo el agua de la amante.

                             2

   Croan los batracios en las manos de los brujos, muertos.

                             3

    A cincel la anemia corroe los cabrestantes de losganglios. Los  bandoneones, apenas, al dolor del oráculo.

                             4

   Avento la piel oscurecida en frazada sobre el río.Destemplo la osamenta, mendiga. De  mis  cicatrices escarniola guitarra se destiñe.

Teódulo López Meléndez

                             1

    El terror arranca en la mañana al mirarse al agua. Al volver sobre ellasimplemente miedo.

                             2

    Las palmas de la espuma oscurecen todo y el amorabstruso.

Teódulo López Meléndez

                             1

    Ahora sobre la luz ¿alba u ocaso?túnel semisombra.

                             2

   ¿En  que parte las gaviotas se dejaron?Tramontaré los cardinales, soberano.

Teódulo López Meléndez

                             1

   Desde el mar oración de lo que sé, claraoscuridad.

                             2

   Emerjo la  plegaria, oscura claridad. Eldiálogo renace en la clausura.

Teódulo López Meléndez

                             1

   Desde el tronco el perfil de las arenas y las huellassobre los fondos, libro. Adentro los espacios. Me  lamo un dedocon la lengua cuarteada por los vientos.

                             2

   Entró en mi boca, en la sal. Mientras, no se muere.Sobre el rostro la lluvia e ignorado se permanece, en esta intensasoledad de las dos aguas, tranquilo, a merced.

Teódulo López Meléndez