Los dones del juglar.
El tiempo, la música, la palabra.
Tus dones no son nada
si su esencia no das.

El don del tiempo en sí mismo se pierde
La música en el viento se esparrama.
La palabra se fuga al ser nombrada.
No te quedes con ellos. ¿Ves? ¡No puedes!

Cede tu verso al mundo.
Salva con él. Sal y alba.
Tus dones no son nada
que puedas llamar tuyo.

Jesús Aparicio González