EPITAFIO A UN NIÑO

Duerme, Niño, el sueño blando
en esta cuna escondida,
aunque tu madre llorando
por tu existencia llamando
quiera volverte a la vida.

Porque en la noche sombría
de nuestra vida ilusoria
no has de encontrar, alma mía,
la luz del eterno día
que has encontrado en la gloria.

Badajoz, 1844

Carolina Coronado

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *