A Josefa Vaca, reprendiéndola su marido

«Oiga, Josefa, y mire que ya pisa
esta corte del rey, cordura tenga;
mire que el vulgo en murmurar se venga
y el tiempo siempre sin hablar avisa.

»Por nuestra santa y celestial divisa,
que de hablar con los príncipes se abstenga,
y aunque uno y otro duque a verla venga,
su marido no más, su honor, su misa».

Dijo Morales y rezó su poco,
mas la Josefa le responde airada:
«¡Oh, lleve el diablo tanto guarda el coco!

»¡Mal haya yo si fuese más honrada!»
Pero como ella es simple y él es loco,
«miró al soslayo, fuese y no hubo nada».

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