… contempla, alma mía, las últimas cosas: el terror, laherrumbre, la desolación, sí,
pero mira y ve también tu espada de valor, tu fuerza, y antes deirnos toca tu luz: lágrimas vivas
por las que han pasado tropeles de mundos golpeando yfrotándote, pues con ellas
haremos frente al guardián de la vida, al que todo lo tuvosujeto con los dientes;
… pero, aun así, no cantemos victoria, porque díasvendrán a un tiempo con minotauros de hierro
y alondras, con sierpes y golondrinas, y habremos de salvar precipiciospor donde siempre, antes,
acabaron despeñándose la brisa y el rumor del mar;
… de cualquier modo vibra, adéntrate en los fuegos de hueso ysangre e inicia y construye
un sol; mientras quede una antorcha ajada, hazlo, préndela,y por siempre fulja la hiel de los metales;
… alma mía, mírala, nos ha llegado la hora, ¿ ycómo no reconocerla si tanto dolió y alberga tanto ?
… aun en la alegría, es costoso llorar.
Orión de Panthoseas