EN EL ÁLBUM DE UNA SEÑORA QUE DESEABA QUE SE

Para ponerte, como pides dentro,
sin que te escapes de la floja octava,
es preciso mirar cómo se clava
tu nombre, Pepa Juana, aquí en el centro:
si por fortuna consonante encuentro
para otro verso que termine en ava,
en esta octava que tu nombre encierra
quedas como debajo de la tierra.

Carolina Coronado

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *