Un poco paliducha y adelgazada, 
¡Estuvo tan enferma recientemente! 
Caminando deprisa por la asoleada 
vereda, va la rubia convaleciente 
que, con rumbo a Palermo dobló hacia el Norte. 
¡Salud, la linda rubia: cara traviesa, 
gesto de ¡Viva Francia!, Y airoso el porte: 
como que para eso nació francesa! 
¿Será el desconocido que va delante 
o es la gracia burlona con que camina 
que ahuyentó aquel capricho sentimental? 
¡Adiós los ojos tristes del estudiante 
que vio junto a la cama de su vecina 
en la tarde de un jueves del hospital!
|  Evaristo Carriego |