“El verdadero desierto es el yo, no sólo porque nos encierra ennosotros mismos, y así nos condena a vivir con un fantasma, sinoporque marchita todo lo que toca»
Octavio Paz
Desde el envase oscuro-transparente
de esta colmena transmutada
puente-pared
disuelta-nervadura
mira-sin ver toca-sin piel
sometida a echar raíces
por ser tierra-ombú
de cara al esqueleto.
Tantos rostros
de soledad desierta
hablan por mí-conmigo-con las otras
mordaza entrecortada
distraídosuspiro
canción de cuna-madre de futuro incierto.
Omnipresente ligazón a su pasado
revoltosa en preludio se desnuca
deshilacha-deshoja cada noche
en su almohada prolífica
hasta ceñir costados de su hambre
devorada por todas las que he sido
soy y seré
ados pasos circulares de mí.