Brilla a instantes la luz concebida, otrora renacer de espíritusaislados;
Reflejo de un desmedido universo que se expande sin límites,
Las estrellas juegan a protagonizar la conjunción de dos astrosenamorados…
Sentado observo su dimensión. Soy un punto en el cielo, que a suvez, es un punto en el espacio.
…¿Cómo conservar mi arrogancia ante tal desfavorabledescripción?.
Quienes contemplan una noche estrellada me entienden, quienes duermenenajenados de visiones, no.
Esta noche iluminada nos advierte muchas más que pocasrealidades:
“Nuestro tamaño es el justo propio. Nuestro sistema imperfectodebe ser el menor, para no alterar los que funcionan mejor.”
“Lo que se muestra a nuestros ojos, no debe sobrepasar en cantidad ycalidad lo que sirve a nuestra imaginación.”
“la grandeza de su cuerpo, nos hizo temerosos y débiles al puntode convertirnos en adoradores de variadas imágenes, que una vezasumidas en el subconsciente colectivo, seguimosrespetándolas en obcecada veneración a nuestroantojo”.
¡…Qué delicado detalle haz puesto a los ojos del hombre,Oh precavido Creador…!
Brilla la noche muda, albergando entre sus senos los destellos decometas adolescentes;
Brilla la noche muda, enfureciendo al día por carecer deromanticismo en su estadía;
Brilla la noche muda, perpetrando colisiones diversas en ánimo asu inagotable recorrido;
Brilla la noche muda, agitando las emociones de quienes estuvimos bocaarriba,
Brilla la noche muda, brilla… sin cesar.
José Luis Cárdenas Saldivia