AL ALMA MÍA Y TRISTE

El corazón desnudo deambula
mur cerca de la calle.
Tiene un secreto, lo trae:
tiene una palabra.

El corazón busca y vaga
apenas cubierto por un alma.

Hace frío,
el corazón tiene frío.
Pero tiene una palabra.

El corazón no se consuela:
así se rinde a las paredes.

Sin ropa y sin letras
la agonía crece.

Y por las noches
si no duerme
una lágrima cae
en su garganta.

Pero tiene una palabra.

Jorge Antonio Pérez Hernández,
27 de noviembre de 2002

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