Tú, el ignorante fatalmente culto,
El que nada conoce y nada sabe,
El tonto al cubo, el sopita de ave,
El único atorrante, casi bulto.

Media nariz para una testa cana.
Orejas de elefante y enrulado.
Por anticipo, leso más quemado
No se ha visto en todita la semana.

Pides perdón a los cultos de veras.
A los doctores de la verdad pura.
A los que creen haber visto a Dios.

No le pidáis uvas a las peras.
Nuestra vida es una gran travesura.
Decimos hola y decimos adiós.

Patricio Sánchez