… sólo, sólo de esta forma: asir y besar lo fugitivo;
¿ … te acuerdas, corazón, cuando por primera vezquisimos retener las rosas
y el agua, te acuerdas ? ¿ te acuerdas que ocurrió en eljardín del pecho y los dos,
llenos de pánico, retrocedimos ? Sé, sé bien quedesde aquel instante quisimos ser hombres
y endurecer, pero ya no sé si aún soñamos conincendiar el aire o si, inermes,
dando tumbos y rugiendo, únicamente vamos cayendo como piedras;
¡ …y es que todo, todo se torna tan frágil e inasible,tan fútil se hace…!
… porque de pronto duelen las manos y los pies, se oyen ruidos sordosabandonando
los días y baladas tristes se escuchan por el arrabal; y porentre las acacias, dioses vencidos
se reúnen y lloran
… pero tú y yo, corazón, dime ¿ podríamoscaer tan jóvenes ? ¿ habremos de acallar el viento
y las hogueras que nos piden alzar las manos y dejarnos morir ? pues¿ quién, quién eres tú,
quiénes somos nosotros, tú y yo ahora, corazón, esque acaso hemos dejado de ser quienes éramos ?
… siempre corrimos a la conquista del mundo, a la construcciónde un sol o de una brizna
de hierba y hasta aquí hemos venido, conservando estos cuerposde temblor acabado y de ira,
de lágrimas, de continuo y violento espanto…
… por eso te llamo a “guerras” que una vez más nos salven elalma y la vida, por eso te llamo
a arder y te propongo otra vez, oh amigo, oh mi valiente y esclarecidoamigo,
el cruel quebranto de una dolorosa y prolongada resurrección.
Orión de Panthoseas