¡Amada mía, cuánto te amo!
¡Te amo así como dios te amó el primer día del Génesis,
te amo como el artista que con sus manos amorosas da forma a su arcilla sin forma,
te amo como el pintor ama a su creación imaginada, frente a su lienzo vacío!
¡Te amo como solo el poeta puede amar a su amor platónico y eterno!

Fuiste tú después de mi madre quien me sustentó,
¿o acaso fuiste tú su madre y la mía también?
Eres silente testigo de mis temblores de desnudez,
estuviste presente en mi primer éxtasis de amor, abriste generosa tus brazos
para recibir mi carne y mi sangre,
¡cuántas veces me dejaste estéril, vacía, como la higuera maldita!,
para luego, coqueta, amorosa, desplegando tus mejores galas
venir a enjugar mis lágrimas, ¡a mitigar mi dolor!,
Y yo… nuevamente acudo a ti, dócilmente, como un niño arrepentido.

Jamás podremos separarnos, somos una sola carne, un solo aliento, un mismo pulso,
tu dolor es mi dolor y el de la humanidad entera,
tu amargura, tu ira,
tu desnudez, es la mía;
pero hoy soy yo quien te abandona, y al hacerlo
al dejar que manos extrañas profanen tus entrañas y tu profundidad
mi corazón sangra, mi mente desvaría, mi alma se llena de un furor ciego;
cuando pienso que te dejo, mi pecho se hincha con una agonía lenta, profunda
mis secos labios se llenan de amarga hiel, mi agonía es consciente
garra invisible que poco a poco irá acabando con mi ser; con mi vida.

Te dejo para siempre amada mía, mi tierra enamorada, mi ternura siempre esperada,
pero recuerda amada mía, este gesto voluntario y doloroso
lo hago siguiendo una de tus tantas lecciones de amor
lo hago por amor, ese formidable amor
que solo tú y el Padre pueden sentir.

Me consuela saber que mi consciente separación,
no será para siempre amada
mía, mi tierra enamorada,
porque así como abriste tus brazos para mis amados,
así también me esperarás
a mí, y entonces,
será como en el Cantar de los Cantares de Salomón,
te vestirás de tus
mejores galas, para acogerme en tus brazos;
y entonces amada mía, yo también, ataviada con mis mejores galas
acudiré a ti y nos fundiremos en un abrazo inmortal y eterno
y nos remontaremos juntas sobre las níveas alas de una gaviota,
y ya nunca…
nunca más sentiré dolor, mis ojos no llorarán más,
y tú serás mi universo eterno, mi nuevo amanecer.

Marcela Cisneros Flores

No te conozco…
mas espero por ti…
realmente no se como seras…
pero te siento tan cerca,
que puedo tocarte con mis sentimientos día a día,
anhelo el conocerte, el mirarme en tus ojos…
sueño con estrecharte en mis brazos;
sueño con tomar tus manos para
que me guíes por el sendero de tu inocencia
de tu tierna realidad,
y así…
sumergirnos en la loca irrealidad de
nuestro inmaterial amor,
¿dónde existes?
¿dónde estás?
te siento tan cerca, ¡pero no te conozco!
la briza tenue, delicada y serena
invade con canciones misteriosas toda mi mente solitaria
produciendo la sinfonía más perfecta de amor entre túy yo
eres mi amor errante y desconocido
y mi vida, sedentaria y paciente  esperándote siempre…
al tomar tus manos
misteriosas e invisibles, ¡tiemblo de angustia!
¡¡Oh, temor de perderte sin haberte conocido!!
cierro mi vista al mundo y el breve instante
que entre mis manos estrecho tus manos invisibles
mi alma se embarga de un todo infinito y perfecto…
¿dónde existes?
¿dónde estás?
te siento tan cerca, amor errante y desconocido
¡oh, temor de perderte sin haberte conocido!

mashinflor

¿Qué pasa alma? ¿qué te pasa espíritu? ¿qué te pasa ser?
Estás vacío, sientes un frío de muerte, ya no te hallas,
eres como el lecho de muerte próximo a quedar vacío…
eres como el lecho del mar, que repentinamente perdió sus aguas…
como el bosque que fue, y ya no es más…
como el pintor sin su imaginación…
como el poeta sin su inspiración…
te hallas solo, triste, incomprendido, abandonado…
eres inútil, no eres más para nadie…
desnudo de afectos que te hagan querer vivir…
eres inútil, no eres ya más para nadie, te han abandonado…
diste todo de ti….hasta perder tu yo…
dejaste de ser para ti, y fuiste vida de los demás…
ahora espíritu, dejaste de ser para la humanidad…

mashinflor

Si yo pudiera… ser el arpegio de una nota musical
cabalgaría sobre ella
para remontarme a tu felicidad,
si yo pudiera ser…
el ave que trina alegre de árbol en árbol
volaría con mi pico abierto a darte un beso,
si yo pudiera ser el dolor que te aflige
tú nunca dejarías de sonreír,
si yo pudiera quitarte el fantasma de la muerte
tú serías mi amado inmortal,
si yo pudiera tan solo encontrarte en mi camino
diría que Dios me está señalando mi destino.

mashinflor

Amigo… ¿me preguntas cómo estoy?
Bueno, yo te contaré, esta es mi historia.
Hubo una vez… Hace tanto tiempo…
Ya no recuerdo los años…
Un hombre, pero…
¿Era un hombre?…
Él, él me dijo que no daba perlas,
Él, él me daba todo el mar con sus tesoros…
Solo que, solo que, amigo mio,
¡El mar debía hacerlo yo con mis lagrimas!
Él, él me ofreció el sol con todo su esplendor,
Solo que, ¡nunca me dijo que sus rayos me quemarían!
Él, él me ofreció todo el universo con sus estrellas,
¡Solo que ese universo estaba vacío!
Él, él me ofreció una luz celeste y un futuro,
¡Solo que yo no sabía que era de mendigo!

Mashinflor

¡Me voy a morir!, ¡qué alegría siento!
¡Al fín, me voy a morir!
Voy a escribir los mejores poemas,
Porque sé que usted los escuchará!…
El mantel de blancas nubes, ya lo han tendido…
El florero está ya con la rosa blanca que le pedí…¿recuerda?
¡Ya está su velita en el candelero de Dios!
¡Ya me dio, ya prendió, su última velita de amor!
Voy, voy volando, rauda al infinito…
Siempre busqué montes y valles,
Bosques y pájaros,
porque usted, usted me dijo
que lo más sencillo, es lo más profundo…
sola vine al mundo, sola viví…
sola me voy… sola y escribiendo,
¡escribiendo como usted me enseñó!
voy cargada mi mochila de malos poemas,
¡repleta de malos recuerdos!
Ya veo, ya puedo ver…
Como mi cuerpo se aleja…
Adiós, adiós cuerpo, viejo y cansado…
Mi boca ya nunca contará sus secretos,
me voy, me voy corriendo,
usted madre ya viene, ¡viene por mí!
Con sus brazos abiertos ¡ya está aquí!
Y me pregunta usted…
¿como te fue hija en la vida sin mí?

Mashinflor

En silencio te conocí…
En silencio te amé…
En silencio te lloré una luna…
En silencio te pido corazón, ¡olvídalo!…
Y cuando pasen los años
Cuando vuelva a verte…
En tremendo silencio…
Con lágrimas en los ojos…
En el silencio eterno de mi corazón
Te diré amor mío…
¡y de la vida qué tal!

Mashinflor

Hubiera querido..
nunca haber visto a la avecilla..
la escuchaba con deleite!
la miraba con infinito amor y envidia!
admiraba su libertad, gallardia y hermosura!
y… desde luego
pensaba que algo malo debía pasarme!
porque….
quería atrapar a mi avecilla!
y cuando ella esquiva volaba…
el dolor me atenazaba!
el avecilla, no era culpable de nada!
era culpable solo de vivir!
pero cuando el avecilla se fue
sentí una lágrima en mis ojos
y entonces mentí!
mentí que tenía polvo en mis ojos!

Mashinflor