Mi corazón te espera.

Cuento espacios
acaricio segundos

la piel tiembla
el alma contempla

la materia se detiene
el ritmo se apaga

el sonido es silencio
mientras todo te llama

Sin que nadie escuche.

Primavera y verano
otoño y espera

los meses son cuentas
de un rosario de ausencia.

Los centímetros de la tierra
de tus pasos me cuentan.

El cielo te vigila.

El viento me susurra,
habla de lo que murmuras.

La noche oscura
sabe del amor que me despierta

y le dice a la luna
que apiadándose de mi espera

cómplice, te busca
invisible sin que la veas

y sólo por encontrarte!
Se vuelve luna nueva.

Lucía Muñiz

Mi esencia es un eco plácido
de tu sonrisa

Me despliego como un gran arcoiris
bajo los colores de tus manos

Como un eterno sol olvidado
 que al fin brilla

Porque mi cuerpo irradia
y voy inventando la brisa?

No lo sé.

Habrán sido quizás
tus ojos soberbios y claros.

O ese beso,
descuidado.

Y tu voz,
tan hermosa!

A mi lado.

Lucía Muñiz

De mí no se dirá
que no presenté batalla.

Que ante paredes de acero.
no alcé ballestas

Que no fui al mar
de noche y a tientas.

Que en los restos no hallaron
mi alma enhiesta.

Que no encendí el fuego
que ahora se apaga…

Porque en la vida yo quise,
ser al muro, el viento

el sol, al agua
sombra y barricada.

De la lápida de mi tumba
ellos borrarán mi nombre.

De mí no se dirá
que no presenté batalla.

Mientras tú, entre las piedras
tus palabras guardabas.

Lucía Muñiz

Grávida tu mirada
de ternura,
esconde mi respuesta
tan buscada

Gravida mi alma
de locura, te pregunta;
¿Tú me amas?

Donde tu nombre
encendió llama
y tu cuerpo,
poesía

tu silencio,
fue agonía

Lucía Muñiz

Mi amor tan sólo roza tus raices.

Dentro del bosque de los grandes árboles,
yo elegí amar aquel que estaba prohibido

y bajo tu sombra grandiosa
florezco indefinidamente

Hacia lo alto te observo,
hermoso, infinito y creciente

Y no te envuelvo con mis besos,
para no detenerte…

Lucía Muñiz

Cuando todo en mi
se quiebra al verte

Cuando mi cuerpo es esclavo
de tu memoria inerte

Cuando el suplicio de amarte
es igual a vida

poesía, mi amor
es igual a muerte

Lucía Muñiz

Oh Dios, si donde ella fuera…
         tras esa linea, esa frontera
         de la mano yo la llevara
         para que el cruzar no le doliera

Oh Dios, si tu hicieras…
         que donde vaya no exista pena
         no más angustias no más tristezas
         para que volver ya no quisiera

         porque tras esa linea, esa frontera,
         queda un corazón triste que la extraña
         corazón que es tan suyo que aún la llama
         y que sólo puede decirle adiós en un poema.

Cúbrele el cielo de gardenias

Lucía Muñiz