Así como la libertad ya me ata
Silencioso sol que mi mano doma
Un río anclado soy en tu voz, paloma
Cautiva enrededa en tu sed, fogata

Ocluida, mar de aire en pie, ata-
Reada luz en tus labios, aroma
Azulado en boca de sal, carcoma
Zahiriente, angosta herida escarlata.

Óyeme, escucha este batir ignoto
Naufragando sin fin, este ama-zonas
Rolando ávido en tus selvas aullantes

Obcecadas olas de carne, errantes
Témpanos de piel, muda voz, piloto
Oscuro cuya odisea no perdonas.

az.az

José M. López