Brindo ante tu amor
bajo el cielo de estrellas
deseando cada momento
tu entrañable regreso.

Las copas de luna
yacen en mi piel, intactas
vislumbrando esa silueta
tan radiante, bella serena.

Ante el ocaso que te viste
ahí estaré yo
disfrutando plácidamente
tu incomparable rostro.

No sabré cuándo acabe
nuestra eterna velada
ansío como bestia
saciarte todos los días.

En el tiempo que estemos
aquí, tu y yo, juntos
esperando un amanecer
del cual convertirnos en paraíso.

Ya habrá algún punto
donde el amor se funda
entre besos, alma y caricias
seremos por siempre, el alba.

José Luis López