Te necesito y no te encuentro.
¿Dónde estás, mi corazón?
¿Porqué llegaste hasta mí?
¿Por cuál camino?

Y por dónde partiste…
que no te vi.
Necesito sentirte en mí
mordiendo mi carne.

Mi alma te extraña,
mi cuerpo arde…
no te encuentro Amor
¿Dónde estás?

Pensar en tus besos
me hace evocar tantas cosas…
pienso en cuando estabamos solos
y éramos uno del otro.

Sí tú piensas en mi,
recuérdame en el acariciante
pasar del viento, suave, lentamente,
como cuando me tocas.

Yo te recuerdo en el anochecer
que estoy tan sola,
pienso en tus manos sobre mi piel
y me abrazo toda.

Pienso en ti, cuando amanece,
cuando llueve, cuando canta
en mi ventana la mañana,
y recuerdo tus besos en mi boca.

Recuérdame si estás triste,
si eres feliz, piensa en mi,
cuando tu mente vague
estaré contigo… donde me evoques.

27 de junio de 2001

Gabriela Vadillo Omaña

Eres como el sol en la mañana.
Tú eres mi primavera…
eres mi rocío…
eres mi nota fresca.

Se como eres
así me gustas,
eres canto de ave
interior de espuma…

tormenta de llanto
aroma de flores
y risas que brotan
al nacer el día.

Quédate conmigo
no crezcas…
sigue siendo pequeña,
…mi pequeña.

Corre, brinca, juega…
y llora cuanto quieras.
Y sigue siendo el cachorro
de mi madriguera.

Deja tus bracitos en mi cuello,
quiero oír siempre tu risa.
Eres mi brisa,
y eres mi remanso.

Abril de 2001

Gabriela Vadillo Omaña