Hoy pude estar…
estar a tu lado, amiga.
Fue como oler los sueños
con su fragancia original
cuando se vuelven realidad.

Fue como relampaguear de día
toda la energía
que siento rodar
por mis venas y mi piel,
y por mi voz en su cantar.

Tener de cerca tan cercano
tu aura y todo lo prohibido
mas lo inimaginado y presentido,
se volvió evidente con el latir
…. en un galope provocado.

Saberte aquí y no poder tocarte
es un suplicio que agota
porque a veces con mi voz rota
y con mis ojos vidriosos
de tanto admirarte
me siento desaparecer.

Ver tus pequeñas formas
y ver hasta las hebras finas
del vello de tu pecho
me hace arder el mío
con un calor todo subido
que arde en la entrepierna
y viene de adentro.

Ese tormento así podría
desvanecerse como vino
si un día alejarme de tí me toca
pues este fuego, esta emoción
que casi me sofoca
no es eterna ni serena
y no se aguanta siempre
entre las piernas.

Pequeña de hermosos labios
y pequeñeces atrevidas,
derrítete un poquito a mi vera
dejando a tu piel sincera
que deguste mi química corporal.

Te juro que encontaremos el placer
compartido que se siente
cuando lentamente yo sea capaz
prometo que todita complacerte
y con tu asentimiento recorrerte
con mi lengua en temporal.

No es esto demencial
ni ahora quiero juzgarlo
pero en tu libertad
quiero dejarlo
para que lo sepas
y esta promesa analices
con toda serenidad.

Francisco Pinzón-Bedoya

La tristeza tomó posesión de las cosas
Se fueron diluyendo en el aire y en el viento
dejaron de ser ellas para convertirse en lágrimas
De ésas que se parecen al último lamento
De ésas que son el canal que desagua los tormentos
Pero el alba de la sapiencia estaba lista
se dispuso a combatir esta desgracia
y cambió mis gritos y mi arrogancia
por ternura y alegría compasiva
y marcó de sorpresas mi vida fantasía
hoy que me levanto más tranquilo
más sabio … y menos necio.

Francisco Pinzón-Bedoya

Por unos momentos infinitos
la tinta de tu sentir se ha detenido
Para sentirte en el silencio compungido
que me llega desde el mar … me he hundido
Pero ya no puedo más callarte
Ya quisiera con mis versos sofocarte
Y hacer con mis locuras y hasta excesos
una hoguera … y contigo quemarme
Por estos momentos tintos al amarte
se ponen a prueba mil distancias
de tierra olvido lucha y hasta sangre
No te dejaré en ese cubil de vida
en que sin saber a tu alma llevaste
Trataré loco de sacarte …
Trataré con mis poemas … de llegarte.

Francisco Pinzón-Bedoya