Vivo solo en un planeta abandonado,
donde solo vivo yo, el vigilante.
Vivo ahora eternamente malhadado,
existo para siempre en un instante.

Vigilo mi cosecha de tristezas,
donde solo vivo yo, en mi avanzada
hundida.
Sin vida
me recreo en futiles proezas
que nunca logran nada,
logran nada.

Soy un páramo desierto en un planeta
que se esconde en la cola de un cometa,
uno cualquiera.
Como quisiera
que mi vida no sea nada,
no sea nada.

Un rayo incomprensible me atraviesa;
mis negras nubes negras atraviesa
mi atmósfera cargada.
Me atraviesa
mi capa de tristeza,
de tristeza.

Nace Flor en la hosquedad de roca
encuentra allí un lugar que no existía
nace el amor, una esperanza toca
la vida vacía
de mi melancolía.

Mi planeta abandonado se humedece
se descargan esas negras, negras nubes
llueve en mí, la pequeña Flor florece
subo yo, mi amor, porque tú subes.

Sube en mí, mi Flor, sube en mi esencia
dame paz,
ya me la das,
con tu presencia.

Nace un nuevo mundo en mí,
nuevo planeta.
Por vos,
y porque sí,
nace el poeta.
FIN.

Aguijonmagico